España se preparará para intervenir en Libia después de la decisión de la OTAN. El gobierno español supuestamente fabricará el portaaviones Príncipe de Asturias, que ya está listo para asumir posiciones, y un equipo de 50 soldados para que las fuerzas internacionales los utilicen. La flota española se unirá a los aviones de vigilancia que la OTAN ha desplegado en el Mediterráneo para monitorear la situación en Libia las 24 horas del día.

El Príncipe de Asturias (R-11), originalmente llamado Almirante Carrero Blanco, es el actual buque insignia de la Armada y el portaaviones de aviones STOVL de la Armada española. Este es el tercer portaaviones en la historia de la Armada, después de los dos Daedalus.

Misión

Una de las consecuencias de la aplicación de la directiva de defensa nacional en la Armada es que debe tener capacidad de despliegue y presencia naval en dos escenarios separados, capacidades que hoy se basan en la fuerza de Infantería de Marina de la entidad Brigada de Infantería de Marina. portaaviones y cuatro buques de asalto anfibio, todos con capacidades aéreas. Para garantizar la libertad de acción en cualquier situación de crisis, estos buques cuentan con la participación de diferentes grupos de escolta y unidades.

Además de las funciones inherentes a cualquier portaaviones, el Príncipe de Asturias tiene la capacidad de actuar como Buque de Mando COMGRUFLOT y también puede actuar como Buque de Mando para la Fuerza de Asalto Anfibio y la Fuerza de Desembarco, en caso de que los buques del Grupo de Asalto Anfibio no estén disponibles para realizar esta misión.

El buque está listo para realizar misiones de ataque en los cuatro campos de batalla marítimos tradicionales; operaciones anfibias, operaciones de superficie, guerra antisubmarina y defensa aérea. Además, puede realizar misiones de protección de sus propias líneas de comunicación o de interrupción de las líneas de comunicación de potenciales enemigos, así como de apoyo y escolta a grupos de asalto, convoyes y grupos de combate sin capacidades aéreas. También tiene una cierta capacidad de desembarco, pudiendo transportar un batallón de Infantería de Marina.

La historia

No es casual ni caprichoso que el portaaviones R-11 se haya bautizado como Prince of Asturias, pues este nombre tiene una larga tradición e historia en la Armada. El título de Príncipe de Asturias se estableció en el siglo XIV, cuando John I de Castilla era rey, y se reservaba para el heredero de la Corona de Castilla y luego del Reino de España. Este es el octavo barco de la Armada que lleva este nombre.

Desde que el portaaviones Dédalo (antiguo USS Cabot) entró en servicio en la Armada española en 1968, se pensó en sustituirlo por una nueva construcción, ya que Dédalo necesitaría un remplazo urgente a mediados de los 80 cuando cumpliera cuarenta años. Con la tecnología adquirida por la Armada española con la construcción de los destructores clase Baleares, los submarinos clase S-60 Delfín y los escoltas clase Descubierta a principios de los 70, se decidió que el futuro buque sería una construcción nacional. Se descartaron todas las ideas de construir un portaaviones “clásico” por su elevado coste, hasta que a mediados de los 70 se adoptó la idea del Buque de Control de Superficie (SCS) de Estados Unidos, que finalmente fue abandonada por la propia Armada estadounidense.

En enero de 1977, un comité técnico de la empresa Nacional Bazán se reunió con la compañía Gibbs & Cox, diseñadora del SCS, para adquirir el proyecto del buque. Los planes para la futura nave no eran muy ambiciosos (sólo se contemplaban unas decenas de unidades) y fue la propia Bazán quien realizó todo el rediseño del buque e introdujo numerosas mejoras. Bazán rehízo por completo el proyecto inicial, concibiendo una flota de portaaviones ligeros de unas 12.000 toneladas, que es justo lo que buscaba la Armada española. La nave, dentro de sus límites, debía tener capacidad para misiones antisubmarinas, de defensa aérea y de alerta temprana, así como de apoyo aéreo a operaciones anfibias.

En 1974, la Armada bautizó al futuro portaaviones (que era su denominación oficial) como Almirante Carrero, pero este nombre, por razones políticas, fue cambiado varias veces (se contemplaron nombres como Lepanto, España…) hasta que en 1982 (sólo una semana antes de su botadura) se le dio el actual nombre de Príncipe de Asturias. Inicialmente se le designó como PA-11 (Portaaviones), hasta que su numeración se cambió a R-11 según los criterios de la OTAN.

El 29 de junio de 1977 se dio la orden final de ejecución del proyecto a la EN.Bazán, que lo llevó a cabo en su factoría de El Ferrol, siendo colocado el primer bloque el 8 de octubre de 1979. La botadura del buque tuvo lugar el 22 de mayo de 1982 con la asistencia de SM, siendo madrina la Reina Doña Sofía de Grecia. Diversos problemas políticos y laborales retrasaron la terminación final del barco, que se alargó varios años más de lo esperado. Las primeras pruebas en el mar se llevaron a cabo el 3 de noviembre de 1987, y se prolongaron hasta mayo de 1988; en ellas, el buque demostró ser muy sólido, estable y marinero.

El 30 de mayo de 1988 tuvo lugar la ceremonia oficial de entrega del portaaviones a la Armada Española. Unos meses mas tarde el Príncipe de Asturias zarpó para Estados Unidos con el fin de llevar a cabo unas pruebas de evaluación y poner a punto las cartillas de vuelo para elaborar el futuro grupo aéreo embarcado. El viaje fue aprovechado para traer de regreso a España, a los seis helicópteros Sikorsky SH-60B Seahawk para la 10ª Escuadrilla de helicópteros de la Armada.

Actividades relevantes

En cuanto a actividades relevantes del buque, en el marco de la Operación “Southern Guard” con motivo del conflicto del Golfo Pérsico, los grupos de combate británico, francés, español, italiano y alemán cubrieron el Mediterráneo, junto con aviación basada en tierra, en una operación aeronaval denominada “Cadex ’91-1”, que tuvo su punto culminante del 26 al 28 de febrero de 1991, coincidiendo con el contraataque terrestre de la Coalición en Kuwait e Iraq. Por parte española participó el Grupo Alfa de la Flota, que terminó las operaciones en Nápoles el 4 de marzo.

Del 10 al 21 de diciembre de 1994, ante el recrudecimiento de las acciones contra UNPROFOR, varias naciones de la OTAN enviaron fuerzas navales al Adriático, en previsión de operaciones de protección a los cascos azules. España destacó el Grupo Naval Operativo 81-01, encabezado por el portaaviones “Príncipe de Asturias”.

El 28 de junio de 2005 el portaaviones asistió a la Revista Naval Internacional que Reino Unido organizó en Portsmouth con motivo del II Centenario de la Batalla de Trafalgar. El 21 de octubre se efectuó frente a la costa gaditana una Ofrenda floral desde el portaviones a los que combatieron en la Batalla.

Del 6 de febrero a 30 de marzo de 2006 el buque participó, integrado en una agrupación de la Armada en la que se incluían algunas unidades extranjeras, en el despliegue GALIBER 07 por aguas del Atlántico y Mediterráneo.