El presentador Risto Mejide se encuentra en el ojo del huracán tras las duras críticas del medio digital The Objective, que lo acusan de haber menospreciado a la periodista Ketty Garat. La reciente encarcelación de José Luis Ávalos y la confirmación de las informaciones de Garat han dejado a Mejide en una posición insostenible.
Manu Gálvez, escritor y columnista, ha lanzado un ataque directo contra la credibilidad de Mejide, acusándolo de cuatro años de arrogancia y de no saber reconocer sus errores. Gálvez destaca cómo el presentador ha intentado humillar a otros, fallando en sus intentos de desacreditar a Garat.
La confrontación se intensificó cuando Risto descalificó públicamente las exclusivas de Garat sobre Sánchez y Ávalos, afirmando con seguridad que eran falsas. Ahora, con la justicia respaldando las afirmaciones de Garat, la presión sobre Mejide para que pida disculpas se hace insostenible.

Gálvez no se detiene ahí. Califica la humillación a Garat como una de las mayores vergüenzas mediáticas de Risto, acusándolo de actuar por venganza para proteger a los poderosos, no a la verdad. La ironía en sus palabras es palpable, sugiriendo que Mejide debería enviar a Garat una cesta navideña de calidad como forma de disculpa.

Las redes sociales han estallado en contra de Risto, recordando sus burlas hacia Garat y exigiendo una respuesta. Usuarios y analistas han rescatado videos que evidencian su desprecio hacia la periodista, cuestionando cuándo se atreverá a pedir perdón.

El eurodiputado Germann Tercionado también ha alzado la voz, compartiendo imágenes de Mejide mofándose de Garat y recordando al público quién es realmente. Con la evidencia en su contra y las pruebas sobre la mesa, Risto se encuentra sin argumentos.
La presión está en su punto máximo y todos esperan que, por primera vez, reconozca su error. El tiempo corre y el clamor por una disculpa se hace más fuerte. La situación es crítica y la expectativa crece. ¿Responderá Risto Mejide a la demanda de justicia y reconocimiento? El mundo está mirando.