La exmujer de José Luis Ábalos, Carolina Perles, ha desmentido rotundamente las afirmaciones del presidente Pedro Sánchez, quien intentó distanciarse del exministro, alegando que era un gran desconocido para él. En un explosivo testimonio en el programa Código 10, Perles reveló que Sánchez y Ábalos mantenían una relación cercana y que incluso el presidente había pasado la noche en su casa en Valencia.
La situación ha generado un terremoto político en España. La ironía de la oposición, liderada por Alberto Núñez Feijó, ha sido implacable, comparando la situación con un desconocido que intenta minimizar la relación con un compañero crucial. Pero el verdadero golpe ha llegado de la propia exmujer de Ábalos, quien ha afirmado que la amistad entre los dos políticos es innegable y ha presentado pruebas documentadas de su cercanía durante la campaña interna del PSOE en 2017.
Perles no se detuvo ahí. En su declaración, enfatizó que la relación entre Sánchez y su exmarido era evidente y recíproca, subrayando que el presidente no puede pretender ahora que no conoce a quien fue su mano derecha en momentos decisivos de su carrera política. La revelación de que Sánchez pernoctó en su hogar, mientras ella no estaba presente, ha dejado a muchos preguntándose sobre la veracidad de las palabras del mandatario.
El escándalo del caso Coldo, que ha llevado a Ábalos a prisión preventiva por riesgo de fuga, ha intensificado la presión sobre Sánchez, quien intenta desmarcarse de su antiguo aliado. Sin embargo, el testimonio de Carolina Perles ha puesto al presidente en una posición extremadamente comprometida, dejando en evidencia su intento de reescribir la historia para evitar el desgaste político.
La sensación en el aire es palpable: Pedro Sánchez, acorralado por las revelaciones, se enfrenta a un desafío monumental para mantener su credibilidad ante la opinión pública. La distancia que intenta establecer con Ábalos se desmorona ante las pruebas y los recuerdos de una relación que, según Perles, fue forjada en la carretera, en reuniones y en la intimidad de hogares. La verdad ha emergido con fuerza, y el presidente deberá lidiar con las consecuencias de sus palabras.
